Búsqueda personalizada

domingo, 1 de mayo de 2011

Running y cinta de correr

Cuando se toma la decisión de comprar una cinta de correr o de ir a un gimnasio para utilizarla, las razones pueden ser muy diferentes. La cinta de correr suele llamar la atención de los principiantes; permite abordar la disciplina de manera progresiva y con mejor control a nivel de los tiempos, la velocidad y el rendimiento.

Pero una cinta de correr puede ser también muy interesante para los corredores con experiencia, puesto que constituye una alternativa interesante para romper la monotonía de un recorrido que se repite corrientemente, o para evitar el mal tiempo de fuera. A pesar de que correr en cinta no es igual que correr al aire libre, no deja de ser un complemento bastante interesante.

Cinta de correr o asfalto

Existen diferencias notables entre correr fuera o sobre una cinta mecánica. La primera razón está relacionada con la presión ejercida por el pie sobre el suelo. Sobre una cinta de correr, es el mecanismo quien fija la velocidad y entrena las piernas, el suelo se despliega debajo de los pies. En la carrera clásica pasa lo contrario, son las piernas las que avanzan sobre el suelo y ejercen la presión.

En segundo lugar, la cinta de correr provoca un movimiento constituido por pequeños saltos durante la marcha, más que de empujes sobre la pierna de atrás y sobre el suelo. Generalmente, la zancada será más corta en amplitud.

En tercer lugar, el desgaste energético es diferente. Correr a 15 km/h sobre una cinta requiere menos energía y es menos exigente que la carrera al aire libre.

En cuarto lugar, los tobillos trabajan menos sobre una cinta de correr que siempre es plana, y por lo tanto tendrán que ejercitarse menos que si van por un terreno irregular. La utilización de la cinta de correr tiene una serie de beneficios para el organismo y permite la puesta a punto de un trabajo de calidad que conlleva una mejora cardiovascular.


Tipos de Quemadores o Fat burners


Esta vez vamos a hablar de suplementos utilizados para la eliminación de grasa o también llamados Fat Burners. Los Quemadores se pueden encontrar de varios tipos, aunque voy hablar de los más destacados en la industria del Fitness y Culturismo:

Termogénicos:
Son los que contienen en su formulación excitantes como el té, guaraná o cafeína. Pero sobre todo dosis elevadas de cafeína y sinefrina, la cafeína pudiendo provenir del extracto de te verde, y por lo tanto, tener una cantidad elevada de las famosas catequinas y polifenoles que en algunos estudios científicos se ha observado que incrementan el gasto energético.

El te verde es la base de los suplementos termogénicos para perder grasa aunque el más potente termogénico es la prohibida Efedrina incluida en productos como el hydroxycut, ya también prohibido.

L-Carnitina:
La L-carnitina, un aminoácido no esencial es el suplemento más vendido en todo el mundo por su potente formula para la eliminación de grasa en nuestro organismo. Sus buenisimos resultados hacen de este quemador el suplemento por excelencia.

Inhibidores del Apetito:
Estos productos naturales son saciantes, por lo que ayudan a disminuir el apetito, permitiendo adelgazar de forma natural, sin necesidad de recurrir a medicamentos gracias a la cantidad de fibra soluble e isoluble.

Diuréticos:
Esta son los llamados falsos quemagrasa ya que con este sistema simplemente eliminamos el exceso de agua de nuestro organismo en caso de tenerlo, agua que se recuperará con las comidas y en la ingesta de líquidos.

Laxantes:
Estos suplementos ayudan a la mejora del transito en el intestino realizando una rápida evacuación. Esta practica provoca en el organismo una peor absorción de los nutrientes evitando la acumulación de materia grasa. El problema es que nuestro cuerpo sufre constantes molestias debido a las diarreas molestas ocasionadas.

Cualquier suplemento de adelgazamiento debe de ser tomado con precaución y siguiendo en todo momento las instrucciones del envase.


Consejos para marcar abdominales


Elevar la espalda: Cuando nos encontramos acostados boca arriba con las rodillas flexionadas, deberíamos ser capaces de colocar los dedos de las manos debajo del espacio que se forma en la parte inferior de la espalda. Mantener la curva natural de nuestra espalda nos permite entrenar los abdominales sin estresar la columna.

En lugar de tratar de llevar el ombligo hacia el suelo, el movimiento que debemos realizar es de llevar los abdominales hacia abajo cuando realizamos el movimiento. La tensión y el arqueo de la espalda se deben mantener durante el ejercicio.

Peso sí, repeticiones no: Nuestros abdominales son igual que nuestros bíceps, o cualquier otro músculo del cuerpo. Para aumentar su fuerza y tonificarlos, no necesitamos cientos de repeticiones, sino que en lugar de aumentar la cantidad de veces que repetimos un ejercicio, podemos probar sostener un pero detrás de nuestra cabeza o sobre nuestro pecho y hacer sets de no más de 15 repeticiones, añadiendo más peso si notamos que podemos realizar más de 15 repeticiones. Lo ideal es llegar a nuestro número elegido sintiendo que no podemos ejercitar más.

Lentitud: Obtendremos el cuerpo que queremos más rápidamente haciendo 10 repeticiones lentas que haciendo 20 rápidas. Movernos lentamente (Contando hasta tres al subir y hasta tres al bajar) nos permite utilizar movimientos más precisos, lo que estimula los músculos mucho mejor y aumenta mucho más la fuerza. Mientras más rápido vayamos, es más probable que utilicemos envión para aprovechar el movimiento. Al llegar a 15 repeticiones deberíamos sentir siempre los músculos cansados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario