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lunes, 6 de junio de 2011

Elegir los mejores ejercicios para tu rutina

Como lo hemos comentado antes el ejercicio es una parte esencial para nuestra salud, además aumenta nuestra autoestima y nos sentimos y vemos mejor cada día. Sin embargo muchas personas evitamos el ejercicio porque no nos sentimos a gusto con las rutinas o nos parece una completa tortura diaria que debemos hacer en vez de algo que nos gusta.

Cuando elegimos un ejercicio lo hacemos basados en lo que todos los demás están haciendo o qué se considera sano, bueno y popular, pero no le dejamos mucho espacio a lo que nos agrada, incluso a veces lo abandonamos antes de comenzar por el prejuicio de que no estamos hechos para los deportes o que no tenemos el tiempo para hacerlo.

La clave está en encontrar lo que funciona para ti y que además de eso te guste, puede que tengas que probar muchas cosas antes de encontrar la que realmente te agrade, pero no te desesperes y no dejes de lado el ejercicio por nada del mundo.

Para lograr eso que tanto deseas primero plantéate estas preguntas:

¿Por qué deseas ejercitarte?

Hay diferentes razones por las que quieres comenzar con una rutina de ejercicio, ya sea para perder peso, para estar más fuerte, en mejor forma, para estar más sano, para tonificar, etc. Ya que cada rutina de ejercicios está diseñada para suplir cada una de estas necesidades que tengas. Ten en cuenta siempre tu objetivo para de esta forma tener en cuenta dentro de tu rutina los tres tipos de ejercicios y en medidas razonables: cardio, fuerza y flexibilidad. Esto es esencial si quieres mejorar constantemente la manera en que te ves y te sientes.

Para perder peso, necesitas concentrarte en los ejercicios de cardio, para estar más fuerte y con mejor forma, principalmente necesitarás un entrenamiento de resistencia y para estar más sano, necesitarás una combinación de cardio, fuerza y flexibilidad en tu entrenamiento.

¿Cuánto tiempo tienes para ejercitarte cada semana?

Sé honesto ya que probablemente lo que te falte sean ganas y no tiempo. Si estás muy ocupado, entonces es momento de organizar tus horarios y encontrar tiempo para el ejercicio. Encuentra esa media hora, una hora diaria para hacer ejercicio. Pero si tienes todo el tiempo disponible encuentra el momento del día en que tengas más energía y ponte en movimiento.

¿Te gusta estar rodeado de mucha gente?

No, entonces correr, caminar, ciclismo, entrenar en casa, con un entrenador personal, nadar son algunas actividades que disfrutarás.
, puedes practicar algún deporte de equipo como el voley, basquet, fútbol, artes marciales, puedes tomar clases de aeróbics, o simplemente ir a un gimnasio en donde te den la rutina a seguir.

¿Cuál es tu estado físico?

Principiante: Nunca antes te has ejercitado o ha pasado mucho tiempo desde que lo hiciste por última vez. No intentes ejercicios avanzados ni tampoco hagas un esfuerzo descomunal porque te decepcionarás, te dolerá todo y probablemente abandonarás a la semana. Comienza lento y con actividades de bajo impacto como caminar, nadar, hacer ciclismo, pesas; y luego progresa a una intensidad más alta.

Intermedio: Te ejercitas ocasionalmente. Prueba todo lo que quieras, pero mantente en niveles razonables de intensidad.

Estás recuperándote de una lesión o tienes problemas de salud: Tu doctor será tu principal fuente de información sobre qué ejercicios puedes y no puedes hacer.

Avanzado: Probablemente no estés leyendo esto, elige la actividad que más te guste.



Tips para hacer ejercicio regularmente


Hacer ejercicio es una de las claves para sentirte lleno de energía, estar en forma, mejorar tu metabolismo, aumentar tu autoestima, quienes hacen ejercicio regularmente son más sanos, pueden pensar con mayor claridad y duermen mejor.

También se consigue un alivio para la ansiedad y es el remedio ideal para la depresión leve, en comparación con la medicación y la terapia. Puedes desempeñarte mejor en tu trabajo y la lista sigue y sigue…

Sin embargo ante toda esta cantidad de beneficios para muchas personas es algo difícil convertir el ejercicio en un hábito y con estos sencillos tips podrás lograr hacer ejercicio regularmente:

1. Comienza desde el lunes a hacer ejercicio, para que así te prepares sicológicamente para hacer ejercicio toda la semana. Obviamente puedes comenzar cualquier día de la semana, sin embargo si comienzas a mitad de semana es muy probable que dejes de lado la rutina para otro día y hasta la otra semana.

2. Trata de que el ejercicio sea lo primero que hagas en la mañana, ya que a medida que pasa el día encontrarás millones de razones para saltarte la rutina del día. Ocupaciones, cansancio, trabajo, etc., pueden hacer que te de pereza en la noche hacer ejercicio y termines dejándolo de lado. Por esta razón a penas te levantes incluso antes de desayunar, realiza tu rutina y además tendrás más energía durante todo el día.

3. No dejes de hacer ejercicio dos días seguidos, ya que puede que ocasionalmente dejes de hacer ejercicio por un día porque no tienes tiempo, debes al día siguiente continuar con tu rutina sin importar nada más, de esta forma lo convertirás en un hábito.

4. Date un poco de crédito por el menor esfuerzo, cuando no tengas ni la más mínimas ganas de ejercitarte dite a ti mismo “me colocaré las zapatillas y saldré a correr al menos 10 minutos” si aún sigues sin ganas, regresas pero al menos lo intentaste, generalmente terminarás haciendo la rutina que tenías planeada. Por lo tanto, date un poco de crédito, se trata de dar un pequeño paso. El resto casi que se hace solo.

5. Piensa positivo y cambia lo que te impide comenzar a hacer ejercicio, a veces puede que no sea hacer ejercicio lo que te desanime sino el contexto, o tus prejuicios sobre el entorno. Si eres mujer tal vez no quieres ir al gimnasio a hacer pesas porque está lleno de hombres. O por el contrario si eres hombre no quieres ir a una clase de yoga o aeróbicos porque eres el único. Probablemente la idea de levantarte por las mañanas a correr con el clima que no es el ideal es lo que te aleja del ejercicio. Sean cuales sean los factores, examínalos y analiza qué te desanima para hacer ejercicio, y busca soluciones viables y alternativas para hacerlo.

6. Ejercítate varias veces a la semana, dos veces al mes no es suficiente, no puedes decir que haces ejercicio regularmente si la actividad es un raro evento en tu vida.

7. Busca maneras asequibles de hacer del ejercicio una actividad más placentera o satisfactoria, por ejemplo paga un gimnasio si así te sientes más cómodo haciendo las rutinas, si te gusta mucho la música compra un reproductor de música para llevarlo contigo cuando corres o haces la rutina, para que de esta forma sientas mas agradable y placentera la hora de hacer ejercicio, si eso te ayuda no duele el bolsillo.

8. Piensa en hacer ejercicio como una herramienta para esos momentos especiales que deseas estar en forma, ya sea solo por mejorar tu autoestima, bajar de peso, eliminar gorditos, etc., debes ponerte metas que puedas cumplir a mediano, largo y corto plazo, pero eso si no pienses solo en que harás ejercicio esos días y después lo dejas, sigue con las rutinas y así te sentirás y verás mejor en cualquier momento.

9. No trates de hacerlo a la perfección, sólo hazlo, o decidas de antemano que no vale la pena salir a ejercitarte media hora porque no tienes el tiempo para una sesión completa, o que como no podrás correr cinco kilómetros ni te molestarás en correr sólo dos, incluso diez minutos de ejercicio tiene un valor muy grande. No busques perfección y haz lo que puedas con lo que tengas.

10. No te engañes, pertenecer o inscribirte a un gimnasio no significa que vayas. Haber estado en excelente forma en la secundaria no significa que ahora estás en esa forma. Y que digas que no tienes tiempo para hacer ejercicio no significa que sea cierto.

Puede que hacer ejercicio regularmente no sea una de esas actividades trascendentes que uno busca para su vida, pero sí lo es para nuestros cuerpos y para nuestro bienestar general.



Ejercicios para obtener el busto perfecto

Muchas mujeres nos preocupamos mucho porque tenemos los senos muy grandes o muy pequeños, pero a diferencia de lo que muchas creen esto no es una cuestión solo de genética ya que lo que hace unos senos hermosos y perfectos son los cuidados y la atención que les prestamos.

Aunque pensemos que unos senos grandes son más hermosos, lo que los hace perfectos y llamativos no es solo el tamaño sino que sean firmes y bien moldeados. Por esta razón y para recuperar la firmeza o evitar la flacidez sólo es necesario realizar los siguientes ejercicios tres veces a la semana y seguir unas indicaciones generales:

Recomendaciones generales

Evita bañarte con agua caliente y si debes hacerlo es recomendable que lo hagas con agua tibia y para finalizar el baño aplica un poco de agua fría en la zona del busto.

En el mercado hay muchos productos que te pueden ayudar, desde geles para el baño hasta cremas diarias que potenciarán los efectos de los ejercicios y te ayudarán a obtener resultados visibles en menos tiempo.

Intenta no usar ropa que te obligue a dejar de lado el uso del brasier, ya que mientras el cuerpo se encuentre en forma vertical debes llevar sostén evitar que los senos se caigan.

Utiliza un brasier deportivo siempre que hagas ejercicio ya que los sostenes normales no son suficientes cuando se realiza actividad física.

Asegúrate de que usas la talla correcta de brasier. La mejor manera de averiguarlo es levantando los brazos. Si lo haces y la piel del pecho comienza a asomar por debajo de la prenda, es que necesitas otra talla o modificar la longitud de los tirantes. Olvídate de los brasieres con relleno o reduce su uso al mínimo porque no dejan que la piel del pecho transpire y evitan su adecuada oxigenación.

Rutina de ejercicios para unos senos perfectos:

1. De pie, con la cara contra la pared, toma distancia con los brazos apoyando las palmas de las manos. Flexiona los codos de manera que el pecho toque la pared, sin mover las piernas ni doblar las rodillas. Vuelve a la postura vertical y repite quince veces.

2. Sentada en el borde de una silla, flexiona los brazos a la altura del pecho de manera que se junten las puntas de los dedos. Levanta los codos hasta los hombros y regresa a la postura anterior. Realiza quince repeticiones.

3. En la misma posición anterior, cruza las manos para sostener los antebrazos. Desde allí, presiona los músculos hacia adentro y hacia afuera con golpes cortos y secos. Repite quince veces.

4. Sentada, con la espalda bien derecha, levanta un brazo y estíralo lo que más puedas, mientras el otro, caído a lo largo del cuerpo actúa como contrapeso. Bájalo y repite el ejercicio con el otro, unas quince veces.

5. Con una pesa en cada mano (o una bolsita de arroz de 1 kilo) lleva ambos brazos hacia adelante, frente al pecho, sin sobrepasar la altura de los hombros. Cruza los brazos uno sobre otro a la altura de la muñeca, alternando izquierdo sobre derecho y derecho sobre izquierdo. Repetir unas quince veces

6. Acostada boca arriba con las rodillas flexionadas, coloca una pesa en cada mano. Eleva los brazos en ángulo recto. Flexiona un poco el codo, lleva un brazo hacia atrás hasta tocar el suelo y vuelve a subir. Alterna los brazos, repitiendo quince veces con cada uno.



Fuente ejercicios.co

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