Búsqueda personalizada
jueves, 15 de noviembre de 2012
Lucir un culo firme y libre de celulitis
Especialmente en verano, con el uso de bañadores, bikinis y los indispensables shorts puede convertirse en el centro de todas las miradas. El problema es que el trasero es una de las partes del cuerpo donde la celulitis y la flacidez suelen aparecer causando verdaderos estragos.
Mantener su curva natural bien definida depende de dos factores: una alimentación equilibrada, que incluya la ingesta de suficientes líquidos que ayuden a eliminar toxinas y dificulten la formación de acumulaciones grasas, y una serie de ejercicios que contribuyan a tonificar la zona logrando glúteos firmes y en su sitio.
Cualquier actividad aeróbica es buena para poder presumir de un buen culo, pero los deportes que centran el esfuerzo en la zona inferior del tronco son los más efectivos. De todos los posibles, el patinaje es, sin duda, el mejor. El movimiento necesario para impulsarnos y desplazarnos sobre las ruedas (o cuchillas sobre el hielo) hace que los músculos de las piernas pongan en movimiento y hagan trabajar duramente, también, a los glúteos. La bicicleta, la natación y, el ejercicio más fácil de todos: subir y bajar escaleras, son también excelentes para conseguir el objetivo de un trasero de lo más sexy, como nuestras famosas: Rihanna, Irina Shayk y Elisabetta Gregoraci.
Además, para aumentar su firmeza en pocas semanas puedes poner en práctica la tabla que te proponemos. Elige los ejercicios que prefieras (es importante irlos alternado) y hazlos al menos tres veces por semana (mejor dedicar unos minutos todos los días). Verás que pronto tus pantalones te quedarán mucho mejor y estarás encantada con tu trasero.
1. De pie, recta y con las piernas juntas. Da un pequeño salto mientras elevas una rodilla hasta la altura de tu pecho. Acompaña el ejercicio estirando los brazos. Repite con la otra rodilla. Haz al menos series de cinco con cada pierna.
2. Desde la misma posición, contrarresta el movimiento del ejercicio anterior, es decir, en el pequeño salto dobla la rodilla hacia atrás (para que se entienda: date pataditas en el culo).
3. Zancada flexionada. De pie, da una zancada flexionando la rodilla y manteniendo la otra pierna estirada. Haz suaves rebotes durante unos segundos. Repite con la otra pierna. Haz series de 5-10 repeticiones.
4. De pie y apoyada lateralmente en una pared, silla, barandilla…. Eleva la pierna hasta la altura de la cadera lentamente y vuelve a bajar hasta juntar nuevamente las dos piernas (también trabajarás las caderas). Gira y repite el ejercicio, al menos 5 veces, también con la pierna contraria.
5. Tumbada en el suelo boca arriba (mejor sobre una colchoneta). Flexiona las rodillas y extiende los brazos a lo largo del cuerpo (bien pegados). Intenta elevar SOLO la pelvis. Tira hacia arriba todo lo que puedas y mantén unos segundos (notarás claramente cómo se contraen los glúteos). Repite 5-8 veces.
6. Tumbada en el suelo en posición lateral (de perfil), dobla ligeramente las rodillas (estarán una sobre la otra). Manteniéndola doblada eleva la rodilla superior. Sube y bájala 5-8 veces. Cambia de lado y repite el ejercicio.
7. Sentada en el suelo con las piernas estiradas intenta “caminar” con el culete, es decir, levanta un poquito una nalga y avanza, luego la otra y así sucesivamente. Si además, al mismo tiempo, elevas los brazos a la altura del pecho agarrándote los antebrazos con las manos y tirando de cada uno hacia el lado opuesto estarás trabajando a la vez glúteos y senos.
8. Desde la posición “cuatro patas”, estira primero una pierna y a continuación la siguiente. En el momento de coger el impulso previo al estiramiento, has que tu rodilla se acerque todo lo posible a tu pecho. Haz series de 5-10 repeticiones.
9. El “gato”. Este ejercicio es perfecto para terminar la sesión porque incluye los estiramientos necesarios para comenzar a relajar los músculos que tan duramente han trabajado. Desde la posición anterior (cuatro patas), agacha la cabeza, curva tu espalda y súbela, buscando la forma convexa (como lo haría un gato con el pelo erizado a punto de saltar). Mantén unos segundos contrayendo las nalgas. Seguidamente, haz el movimiento inverso, baja lentamente tu espalda buscando la curva cóncava mientras subes la cabeza. Repite 5 veces.
Combina los distintos ejercicios como más te apetezca (no tienes que hacer la serie completa). Recuerda hacer un mínimo calentamiento previo y dedicar unos minutos de relajación para tus músculos una vez finalizada la tabla. Con un poco de constancia, verás que el esfuerzo ha valido la pena.
Fuente mujerdeelite.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario