En la actualidad la obsesión por perder peso está haciendo que muchas personas realicen verdaderas barbaridades. La última moda que se está imponiendo entre muchas personas que quieren adelgazar es la utilización de cromo como adelgazante. Esta práctica se está extendiendo como la pólvora por lo eficaz que resulta, y por ello nos queremos detener en ella para saber los efectos que tendrá en nuestro organismo y si realmente nos conviene seguir un tipo de dieta de adelgazamiento de estas características.
Es importante que sepamos que el cromo, al igual que todos los minerales que forman parte de nuestro organismo, es necesario para el correcto funcionamiento del mismo. Desde luego que no podemos pasar por alto esto, pero no debemos en ningún caso sobrepasarnos con las cantidades de este mineral que nos vamos a llevar a la boca. Precisamente esto es lo que sucede con este tipo de dietas centradas en la pérdida de peso.
Control de peso a través del cromo
Antes de nada debemos tener en cuenta que el cromo tiene un papel importante en la asimilación y procesamiento de los hidratos de carbono y de las grasas. Junto a esto hay que destacar que actúa directamente en la secreción de insulina para aprovechar al máximo la glucosa que tenemos en sangre. Por ello el azúcar en sangre disminuye si mantenemos unos buenos niveles de cromo en el organismo.
Este control que el cromo ejerce sobre la glucosa es lo que hace precisamente que nuestras ganas de comer disminuyan, y con ello la ingesta de alimento. Este es el primer paso para perder peso, pues al consumir menos alimento y aprovechar mejor el azúcar en sangre lo que conseguiremos será una reducción del peso corporal. Pero no solo las personas que quieren adelgazar utilizan el cromo como medio, sino que muchos deportistas lo usan para rendir mucho más en los entrenamientos y conseguir que el organismo desarrolle mucha más energía a la hora de llevar a cabo las rutinas de entrenamiento.
Exceso de cromo
Es cierto que a veces una ayuda con cromo puede ser muy buena para el organismo, pero superar la dosis recomendada diaria que está establecida entre los cincuenta y doscientos miligramos, puede ser muy perjudicial para el organismo. Algunos de los efectos que puede tener en nuestro cuerpo este exceso de cromo son anemia, fallo renal, niveles bajos de trombocitos en sangre, hemólisis o ruptura de glóbulos rojos y problemas hepáticos.
A través de la alimentación podemos dotar al organismo del cromo que necesita para funcionar correctamente sin la necesidad de superar las cantidades recomendadas por jornada solo por el afán de adelgazar o de conseguir un mayor rendimiento en el gimnasio. Por ello es necesario que tengamos bien controlados los alimentos ricos en este mineral. Sobre todos vamos a destacar los cereales, en concreto la levadura de cerveza, que lo contiene en muy buenas dosis. El germen de trigo también lo contiene, así como el queso o las setas. Por ello es necesario que echemos mano de este tipo de alimentos para conseguir los niveles adecuados de cromo para poder afrontar cada jornada sin la necesidad de suplementos que pueden hacernos más mal que bien.
¿Cómo quemo las calorías de los picoteos?
Si te pasas con los 'caprichos' a la hora de comer, siempre puedes cumplir la penitencia con ejercicio. Aquí puedes ver a cuánto tiempo de ejercicio equivalen tus 'pecados' alimenticios.
1 plátano grande | 1 jarra de cerveza | 3 onzas de chocolate negro | 1 ración grande de patatas fritas | 1 hamburguesa grande con queso |
121 calorías | 153 calorías | 210 calorías | 500 calorías | 563 calorías |
13 min de carrera | 39 min andando | 30 minutos de bicicleta | 61 min de natación | 191 min de yoga |
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