Si quieres empezar a reducir esa grasa abdominal en tu propia casa hoy te mostraremos una rutina que hace esa tarea.
Se trata de una rutina de 10 minutos en la puedes quemar muchas calorías cada día, en la sesión de ejercicios y las que se queman posteriormente. La clave para que un ejercicio sea efectivo es que te tenga todo el día quemando calorías, y eso es lo que esta pequeña rutina hace…
Minutos 0 a 2.
Los primeros dos minutos de esta rutina para quemar grasa abdominal consisten en saltar la soga.
Comienza realizando dos saltos por cada vez que pase la soga si no sabes saltar. Para tu seguridad utiliza la soga del tamaño correcto y siempre aterriza de manera suave sobre la punta de los pies. En la medida que practiques mejorarás la técnica naturalmente.
Minutos 2 a 3.
Combinación sentadillas más flexiones de brazos. La técnica para este ejercicio es pararte con los pies separados a la altura de los hombros y los brazos a los lados. Lentamente realiza la sentadilla mirando hacia adelante y con las manos tratando de tocar el suelo. Luego, en un sólo movimiento apoya tus manos y empuja tus piernas hacia atrás para quedar en la posición de realizar la flexión, haces la flexión. Al levantarte te enderezas y de allí directamente darás un salto hacia arriba con los brazos también extendidos hacia arriba. Ese conjunto sería una repetición.
Hazlo durante un minuto, se trata de un ejercicio básico de crossfit que ataca todo tu cuerpo al mismo tiempo y que devuelve resultados maravillosos. Es un ejercicio calisténico que se conoce como Burpee (se dice búrpi) y aquí tienes una imagen de cómo sería…
Minutos 3 a 4
Soga, pero a diferencia de la vez anterior esta vez lo harás más rápido.
Minutos 4 a 5
Burpeeso con una modificación añadida: los escaladores. Para hacerlo realizarás la sentadilla, y luego las flexiones pero en vez de dar un salto harás los escaladores en ese momento. Los escaladores se realizan llevando las rodillas, una por vez, hacia el pecho, y hacerlo en un movimiento continuado.
Entonces el ejercicio te quedará de esta manera: harás la sentadilla, harás la flexión, y harás los escaladores, tres con cada pierna para un total de seis, y allí volverás a dar el salto para repetir durante el tiempo establecido.
Minutos 5 a 6
Salta la soga con muy buena intensidad
Minuto 6
Vuelve a la última versión de las burpees: combinaciones sentadillas + flexiones + escaladores
Los minutos 7 a 8
Soga,
Minutos 8 a 9
Burpees
Minutos 9 a 10
Soga a ritmo lento.
Primero arranca haciendo lo que puedas del ejercicio y a una intensidad que se sienta fácil si hace mucho no te ejercitas. Luego busca completar la rutina para finalmente, una vez que la hagas completa, descanses un minuto luego de los 10 minutos y repitas todo para un total de dos rondas. Progresa, esa es la clave para que no dejes de conseguir resultados.
Y si te preguntas en dónde están los ejercicios abdominales la respuesta es … durante todo el ejercicio!
Apunta a un entrenamiento progresivo de un mes y observa lo que le pasa a tu cuerpo. Obviamente que deberás comer mejor y cambiar ciertos hábitos y cantidades de comida pero el potencial de esta forma de entrenar es inmenso. Haz la prueba y notarás la diferencia.
Como acelerar el metabolismo
La quema de calorías es lo que todos nosotros perseguimos diariamente para controlar así el peso de nuestro cuerpo. En esta labor tiene mucha importancia el funcionamiento del metabolismo, ya que cuando éste es lento tendremos muchas más dificultades para perder peso. El deporte es una de las mejores maneras de activar el metabolismo, pero existen otras actividades y conductas que nos pueden ayudar mucho a la hora de acelerar nuestro metabolismo y quemar más calorías. Nosotros vamos a hacer un breve repaso de las más importantes.
Por todos es sabido que el correcto funcionamiento del metabolismo es esencial a la hora de consumir calorías y mantener una figura perfecta. Nosotros casi siempre nos centramos en el momento de hacer deporte como el mejor para conseguir activar el metabolismo y lograr así una buena quema de calorías, pero no solo el deporte es lo que tenemos a nuestro alcance, sino que existen otras formas de conseguirlo cuando no estemos haciendo mucho ejercicio o en periodos de descanso, ya que nunca está de más mantenernos activos con sencillos gestos.
El descanso como un acelerador
En primer lugar vamos a destacar el descanso. Aunque no lo parezca, un buen descanso nos ayudará a quemar más calorías, y no es que esto se produzca por las que consumimos mientras descansamos, ya que la actividad es mínima, sino por el descanso en sí mismo. Está totalmente demostrado que el cuerpo necesita descansar correctamente para funcionar bien. Este correcto funcionamiento lleva consigo un aumento de la actividad metabólica, por lo que la quema de calorías será mayor. Pero no solo esto, sino que al dormir las horas necesarias conseguiremos tener menos hambre y consumir menos alimento, y con ello menos calorías que quemar.
Las actividades cotidianas
Realizar actividades cotidianas en las que no reparamos también es muy beneficioso a la hora de mantener activo el metabolismo. Entre estas vamos a detenernos en la limpieza del hogar. Dedicar un tiempo diario a limpiar el hogar será muy beneficioso para el cuerpo, ya que aunque no nos demos cuenta ponemos a trabajar los diferentes músculos involucrados en los movimientos de limpieza. Lo mismo sucede con otra actividad muy cotidiana como es hacer la compra o ir a trabajar, ya que estas requieren un desplazamiento que debemos hacer a pie o en bicicleta para así conseguir activar el metabolismo mediante el movimiento.
Hidratar bien el cuerpo
Mantener una correcta hidratación del organismo es fundamental cuando queremos quemar calorías y mantener el metabolismo activo. Como hemos visto en infinidad de ocasiones la hidratación es esencial para tener unos órganos en perfecto estado, pero lo que no sabíamos era que beber agua constantemente y a pequeños tragos, además de hidratarnos nos ayudará a mantener el metabolismo activo. Junto a esto mantener una correcta alimentación y respetar los tiempos de las comidas será una buena manera de mantener el metabolismo trabajando contantemente.
Activar el metabolismo a través de la comida
Siempre hemos destacado lo bueno que es realizar cinco comidas diarias para evitar ganar peso y distribuir mejor la comida. Esto se debe a que de este modo activaremos el metabolismo y lo mantendremos activo durante toda la jornada, quemando más calorías. Para comenzar el desayuno es esencial al levantarnos y nada más realizarlo hacer funcionar el metabolismo y ya comenzar el día quemando calorías y consiguiendo que se almacenen muchas menos en nuestro cuerpo formando depósitos de grasa que a la larga pondrán en riesgo nuestra salud.
La consumición de huevos no está vinculada con los problemas cardíacos
Un estudio hecho por la Universidad Ciencia y Tecnología de Huazhong en China, demostró que la consumición de huevos no está vinculada con los problemas cardíacos y menos con la obstrucción de los vasos sanguíneos; en el meta-estudio se recogió datos existentes de 500.000 personas, los cuales fueron analizados, tomando en cuenta el mito de los nutricionistas que se referían a los huevos como los peligrosos, porque la yema contiene 150 a 180 mg de colesterol.
El mensaje oficial que circulaba y se divulgaba es que el colesterol era malo para el corazón y los vasos sanguíneos, por tanto las personas deberían ingerir solo 2 a 3 huevos enteros por semana; estas conclusiones se basaban en investigaciones sobre la ingesta de huevos y los niveles de colesterol LDL (dañino) en la sangre, por lo que se pretendía juzgar que comer huevos aumentaba el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
El cálculo se basaba en unos 2,1% no es un valor muy elevado y es un cálculo que no tiene una prueba totalmente científica, pero durante mucho tiempo esa prueba nunca se hizo, sin embargo, la aparición de las estatinas y fármacos de reducción de la presión arterial prácticamente anularon el interés en la relación entre la nutrición y las enfermedades cardiovasculares reduciendo drásticamente las investigaciones sobre la relación entre la dieta y las enfermedades cardiovasculares.
Pero en las economías emergentes tales como a China e India, la situación es diferente; a medida que la industria alimenticia crece y se expande, comenzó a destruir los hábitos alimenticios tradicionales y el número de personas que sufren de ataques cardíacos y AVC está aumentando de forma alarmante y esos países aún no tienen dinero suficiente para obtener grandes provisiones de medicamentos, empezaron a analizar nuevamente la relación entre la dieta y las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores chinos no son excepción; ellos decidieron recoger todos los estudios epidemiológicos disponibles sobre la relación entre el consumo de huevos y las probabilidades de desarrollo de enfermedades cardiovasculares y después agregaron los datos presentes en esos estudios y volvieron a analizarlos.
Los investigadores encontraron 17 estudios que estaban concordando con sus criterios, y esos estudios contenían datos de 474,342 personas; algunos de esos estudios se relacionaron con ataques cardíacos y otros a accidentes cardiovasculares.
Tal como pudo comprobarse, los huevos sorprendentemente reducen ligeramente las probabilidades de sufrir un AVC, pero este concepto no es sustentable para los diabéticos que con un consumo elevado de huevos, aumentan el riesgo de tener algún ataque cardíaco.
Razones por las que una persona no baja de peso
Muchas personas que deciden comenzar a realizar ejercicio físico con el fin de adelgazar, se encuentran con el mismo problema cuando, después de unas semanas de sudor y sufrimiento, se colocan sobre la báscula y descubren, sorprendentemente, que no han conseguido rebajar casi nada de peso o que incluso éste ha aumentado. Por lo tanto, y si se atienen a los resultados de la báscula, estas personas pueden convencerse de que el ejercicio no es el método más eficaz para reducir el peso y el desánimo les lleva a abandonar la actividad física.
Hay una serie de razones por las que una persona no baja de peso durante las primeras semanas de un programa de reducción de peso, y también por las que bajar de peso se hace cada vez más difícil después de una pérdida importante de peso en las primeras etapas del programa. Cuando una persona sedentaria comienza a hacer ejercicio, su cuerpo reacciona al mismo para adaptarse a las demandas que requiere el ejercicio:
Hipertrofia de las células musculares que provocan un aumento del tamaño muscular; el aumento de proteína en el músculo conllevará una retención de agua.
Aumento de estructuras y enzimas involucradas en el uso del oxígeno a nivel celular.
Aumento de glucógeno, y por lo tanto de su agua asociada, dentro de la célula muscular.
Aumento del grosor y la dureza del tejido conectivo
Aumento del volumen de sangre total, con un incremento de hasta 500 ml en en una semana
Todas estas adaptaciones del cuerpo al ejercicio provocarían un aumento de peso significativo, pero es contrarrestado por una disminución de las reserva corporal de grasa conforme se use como fuente de energía para el ejercicio. En términos generales se produce un aumento en el agua corporal y la masa corporal magra y una disminución de la grasa corporal. Así pues, como unas adaptaciones contrarrestan a otras es muy probable que la persona no modifique su peso durante las primeras semanas de ejercicio. Sin embargo no hay que obviar el cambio favorable que se produce en la composición corporal.
Después de aproximadamente un mes, tiempo en el que suceden estos fenómenos de adaptación del cuerpo al ejercicio, el peso corporal disminuirá en relación con el número de calorías quemadas con el ejercicio, pudiendo llegar a bajar casi un kilo y medio al mes, aumentado el gasto energético en 300 kcal al día, siempre y cuando este gasto no se compense comiendo más. Pasados varios meses el peso tiende a estabilizarse a pesar de seguir realizando ejercicio y no haber llegado el peso objetivo. Si pesamos menos, gastamos menos calorías realizando el mismo tipo de ejercicio, sin olvidar que el cuerpo tiene mayor eficiencia en el desarrollo de dicho ejercicio y ayuda también a alcanzar ese punto de estabilización. Esto es más evidente en deportes que requieren cierta habilidad y técnica en la ejecución, como puede ser la natación.
Por lo tanto, y a modo de resumen, durante la primera etapa de nuestro programa de ejercicio puede que no cambie nuestro peso corporal, pero sí nuestra composición corporal, para después empezar a bajar peso en una segunda etapa y por último estabilizarse en una tercera y última etapa, por lo que si se quisiera seguir bajando de peso tendríamos que aumentar la cantidad de ejercicio y/o introducir novedades y cambios en nuestro programa de ejercicio para reducir la eficiencia energética.
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