Cuando uno no tiene el hábito de hacer ejercicio regularmente, lo más probable es que te cueste adquirir el ritmo adecuado para mantenerte en forma. Aquí tienes unos consejos, que junto con la fuerza de voluntad, te ayudarán a conseguir tu objetivo. Toma nota.
Consejos para mantenerte en forma
Para empezar, no te propongas un objetivo alto: si nunca antes has hecho un entrenamiento de fitness, empieza suavemente. 10 minutos de gimnasia serán suficientes o 30 minutos caminando deprisa. Y es que para empezar, hay que asegurarse de que se va a resistir un determinado esfuerzo, y si uno no está habituado, empezar fuerte puede producirte más disgustos que alegrías, como agujetas, calambres, distensiones musculares, lo que será suficiente para que se te quiten las ganas de continuar.
Elije el deporte que más te guste: puedes probar muchas variantes para hacer ejercicio: gimnasia, correr, natacion, caminar, practicar bicicleta, etc. Si no te decides, ve intercalando todas ellas, hasta descubrir cuál es el el método al que más te adaptas.
No te desanimes enseguida: una vez que hayas encontrado tu entrenamiento adecuado, practícalo regularmente al menos durante un par de semanas. Sólo cuando el cuerpo esté tan ágil que los movimientos te resulten fáciles de realizar, y la coordinación se haga sin pensar, es cuando sentirás la verdadera satisfacción de entrenarte.
Atiende a las señales que te envía tu cuerpo: si determinados ejercicios te producen dolores de espalda o en las articulaciones, interrumpe el entrenamiento. Puede ser que no estés realizando los ejercicios correctamente. En este caso lo recomendable es acudir a un gimnasio para que un entrenador profesional te dé unas pautas de entrenamiento adecuadas a tu físico.
Introduce variedad en las sesiones de ejercicio: Si te dedicas durante medio año a una sola disciplina, es fácil que llegues a perder el interés o a desmotivarte. Entonces habrá llegado el momento de probar algo nuevo. Así ejercitarás otros músulos y servirá de incentivo para mayores esfuerzos.
Busca otros compañeros de fatigas: La unión hace la fuerza. Esta claro que al entrenar con otras personas, tendréis una incentivación mutua. Y en compañía siempre se disfruta más de los progresos alcanzados. Convence a tus amigos y amigas, a tus familiares o a tus vecinos… Si a nadie le seduce la idea apúntate a un centro deportivo y asunto arreglado.
Planifica tu entrenamiento para todo el día: además de reservar un tiempo diario para un entrenamiento concienzudo (Cuál es el mejor momento del día para hacer ejercicio), no desaproveches otras oportunidades de mantenerte en forma, sencillamente olvidándote del ascensor, y poniéndote a subir escaleras; llendo de compras a pie en lugar de en coche,… no vayas a la próxima parada de metro sino a la siguiente,… cualquier movimiento que conduzca a una respiración más intensa es un pequeño entrenamiento de fitness.
!No te lo pienses más y empieza a cuidarte!. Descubre los beneficios de la actividad física en la salud.
Gimnasia: subir y bajar escaleras
Subir y bajar escaleras es uno de los ejercicios más duros que hay y por eso la mayoría de las personas lo evitan si les es posible. La dificultad añadida consiste en al hacerlo, no solamente luchamos contra la fuerza de la gravedad, algo ya de por sí muy importante, sino que al mismo tiempo nos obligamos a un sobreesfuerzo en los músculos gemelos y los pies.
Te damos unos consejos para evitar, en lo posible, ese cansancio extremo y tratar incluso de que el uso de las escaleras se convierta casi, casi, en un placer.
Tienes que subir totalmente derecho, es decir, la postura de tu tronco superior debe ser completamente erguida.
Evita sacar los gúteos hacia atrás, ya que así obliga al cuerpo a inclinarse en sentido contrario para mantener el equilibrio.
No utilizes la barandilla para impulsarte, sino solamente para asegurarte el equilibrio, así que las manos deben estar relajadas.
El impulso se tiene que realizar con los pies, así que procura no apoyar toda la lanta pesadamente en cada peldaño. Si no lo haces así, entrarán en acción los músculos del muslo y el cansancio será mayor.
No balancees las caderas mientras subas.
Es muy importante que mantengas el mismo ritmo desde el principio hasta el final. Si los pisos a subir son muchos imponte un ritmo de subida lento, pero no lo disminuyas. Con la repetición del circuito conseguirás hacerlo a mayor velocidad. Así que es mejor que subas despacio todo el trayecto a que subas muy deprisa los 3 primeros pisos y luego te quedes sin aliento para continuar.
Controla la respiración, y que sea tan rítmica como los pasos.
Cuando bajes la escalera, ten en cuenta que tienes que hacerlo a la misma velocidad que subes, o al menos tan rítmicamente.
Correr y pasear
El paseo prolongado y correr con ritmo moderado constituye la respuesta de las sociedades industrializadas al sedentarismo y al estrés, las características más nocivas de la vida moderna, con el fin de mantenerse en un buen estado físico y mental.
Es probable que la gran popularidad adquirida por dar paseos a pie y, de forma alternativa, trotando pausada y regularmente, radique en la difusión de los beneficios que reporta al organismo humano.
Pero también es posible que haya influido el hecho de que constituye el ejercicio físico más natural que se conoce para combatir el sedentarismo de las prósperas sociedades modernas, así como también el factor económico, puesto que es la única actividad física cuya práctica prescinde de campos deportivos y de instalaciones especiales, y sólo requiere una pequeña inversión en unas zapatillas deportivas apropiadas y en unas ropas que, cómodas y ligeras, permitan moverse con soltura.
La especial disposición mental con que se emprende un paseo que, además de caminar, incluye trotar o correr, porque se ha calculado con premeditación para mantenerse en buena forma física y anímica, así como la comodidad corporal que ofrecen las ropas deportivas, el calzado en particular, son elementos insustituibles en esta actividad física cuyo objeto central no consiste en cubrir la menor distancia posible a un ritmo acelerado sino, por el contrario, en recorrer la mayor distancia posible a una velocidad pausada y controlada.
La práctica del footing no requiere un equipo especial, pero sí ha de prestarse especial atención al calzado, cuya adecuación reviste gran importancia.
BENEFICIOS GENERALES
Entre los beneficios generales que se derivan de practicar esta actividad física figuran, de manera preponderante, la elasticidad que adquieren los pulmones, por estar expuestos a una mejor y más profusa oxigenación, y la flexibilidad creciente de los músculos, los ligamentos, los tendones y las articulaciones, que obtienen gracias a la movilidad y al estiramiento regular.
El ejercicio también es de gran importancia como complemento para quienes estén sometidos a una dieta de adelgazamiento, porque con él se queman grasas, en especial las que se hallan acumuladas en los músculos.
Asimismo, contribuye a metabolizar los azúcares, función imprescindible en el caso de las personas diabéticas, y ayuda tanto a evitar la taquicardia como a aumentar la resistencia corporal para realizar con normalidad toda una serie de esfuerzos físicos que, por causa del sedentarismo, ofrecían distintos grados de dificultad.
EL SISTEMA NERVIOSO
Es de todos conocido que el estrés, nombre con el que se denomina la tensión y la agresividad que de forma típica acumulan durante el día quienes llevan una vida agitada, es la afección más corriente y moderna del sistema nervioso.
Quizás a la frecuencia con que se produce el estrés, y a la necesidad de combatirlo, obedezca el creciente número de personas que salen a correr a diario, especialmente entre los habitantes de las grandes ciudades.
Ello es debido a que no hay ejercicio físico ligero más adecuado para relajar y equilibrar el sistema nervioso, puesto que ayuda a canalizar las tensiones y la agresividad hasta desprenderse de ella, lo cual, a su vez, contribuye a mejorar la función digestiva y a combatir el insomnio.
No hay práctica deportiva más barata que caminar y correr
EL SISTEMA CARDIOVASCULAR
El corazón de una persona sedentaria sufre un desgaste mayor que el de una activa porque debe trabajar más para aportar las cantidades suficientes de sangre, oxígeno y sustancias nutrientes que requiere el organismo a fin de mantener su buen funcionamiento, así como también debe esforzarse más para proporcionarse la sangre que el propio corazón necesita.
A su vez, el tener un corazón más sano y más potente repercute de distintas maneras en provecho del sistema circulatorio. Por un lado, promueve el aumento de capilares, con lo que se facilita la distribución de sustancias orgánicas a todo el cuerpo; por otro lado, permite que las arterias conserven su elasticidad y permeabilidad durante más tiempo. Además, en cuanto se refiere a las personas que padecen de hipertensión, contribuye a disminuir la tensión arterial en una gran mayoría de los casos.
Fuente vidasana.lapipadelindio.com
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